La Escuela se puso en marcha en el año 2000 como una oferta dentro del programa de animación misionera de los Encuentros Misioneros Silos.

Después de dos cursos, los alumnos han pedido esta presentación. ésta es fruto de una consulta. Ellos han marcado las líneas y han enumerado los destinatarios. Es su experiencia la que dicta el por qué, el para quiénes, el contenido.

Nos falta obtener tu visto bueno. Que entiendas la oferta. Porque, si logramos que lo entiendas, estamos seguros de que antes o después tu comunidad estará presente en la Escuela.

APOSTAMOS POR LA ANIMACIÓN PARA LA MISIÓN

En realidad , la apuesta no es nueva. Forma parte de la historia de los Encuentros Misioneros Silos. Cada verano vemos ilusionados y preocupados a miles de participantes, entre jóvenes y familias, que llenan de fiesta y de proyectos la acampada. Y cada verano también, escuchamos las dificultades que encuentran a la hora de pasar a sus comunidades las inquietudes, que allí han aprendido.

A esa motivación que tiene solera de años, en este momento se le añade la llamada del Papa en Novo Millennio Ineunte, pidiendo a las comunidades cristianas que programen el futuro evangelizador. La voz del Papa está siendo un empujón fuerte a la Escuela, que era ya semilla echada en el surco.

La Escuela nace como servicio pensado para la parroquia, comunidad de comunidades. Con el mismo sentimiento de gratitud con que lo hace el Decreto Ad gentes 40, la Escuela piensa en las Congregaciones Religiosas, en los Institutos Misioneros. Las Delegaciones de Misiones, soporte en el último siglo de la animación misionera. Los pujantes grupos laicales.

En el horizonte de la Escuela está esa gran variedad de comunidades cristianas. La razón es muy sencilla: Porque la misión no se puede entender, sin una referencia clara, dinamizadora de la comunidad. No hay misioneros «por libre«. La misión tiene un apellido, que es un estilo: Es misión comunitaria, por ser misión trinitaria.

La Escuela mira a ese modelo de comunidad cristiana, de parroquia que, como parte del entramado pastoral, reconoce la existencia de diversos ministerios en el seno de la comunidad. No tiene sentido la oferta de la Escuela, si antes no se ha descubierto la necesidad de los ministerios al servicio de la vida de la comunidad.

La Escuela busca ser una ayuda para la persona, que en su comunidad vela para que el Espíritu Santo pueda «infundir en las instituciones eclesiásticas y en el corazón de los fieles el mismo «animum» de misión que tuvo Cristo» (AG, 4).

La Escuela está pensada para el ministerio de animador de la misión en tu comunidad.

Porque estamos seguros de que cualquier comunidad cristiana, tu comunidad concreta, necesita ser animada para la misión, por eso existe la Escuela.

La dura rotundidad de esta afirmación se apoya en estos datos.

  • A la comunidad siempre le cuesta la aceptación viva y dinámica de la misión, que es rompedora de esquemas. Este dato pertenece a la historia de la Iglesia. (Cfr. E N, 50) La comunidad cristiana, por razones varias, está tentada a encerrarse, a limitarse a lo que está haciendo, a poner dificultades al Espíritu que la despierta, que la llama a «separar» a alguno de sus miembros para la misión nueva a la que él los destina. (Cfr. He 13).
  • Este riesgo de autolimitación a tareas legítimamente absorbentes hay que denunciarlo con más vigor, cuando está naciendo un nuevo mundo. Nuevas formas y nuevos comportamientos, nuevas valoraciones, en gran medida ajenas al Evangelio surgen en todas partes. Este nuevo orden de cosas necesita y espera ser evangelizado. Cualquier comunidad cristiana está sintiendo en su interior esta exigencia de hacer algo ante el cambio, que experimentamos todos.
  • En contraste con esta conciencia de estar en una nueva situación, que necesita ser evangelizada, tenemos que decir con el Papa que la respuesta de la Iglesia a la misión recibida de Jesús, no es lo que debiera ser. «La misión… está todavía en sus comienzos» (RM,1). «Se ha debilitado el impulso misionero de la Iglesia» (RM, 2). ¡Ojala que esto no se pudiera decir de tu comunidad! Pero, de entrada, no creemos que tu comunidad sea una excepción.
  • Hay que «afrontar con valentía una situación que cada vez es más variada y comprometida, en el contexto de la globalización y de la nueva y cambiante situación de pueblos y culturas que la caracteriza» (NMI, 40) «Se necesita un nuevo impulso apostólico vivido como compromiso cotidiano de las comunidades y de los grupos cristianos» (Ibid.) Se trata de «suscitar una nueva acción misionera» (Ibid.). ¿Quién se está encargando de esta tarea?.
  • Para todo ese programa, que señala el Papa con una claridad meridiana, la Escuela propone que en cada comunidad se dignifique entre los demás ministerios, el ministerio eclesial de Animador para Misión. Es una tarea que desde el principio entendemos que sólo se puede ejercer con fiabilidad, si se hace en «el espíritu de la comunión» (NMI, 45)
  • La primera tarea del Animador de la comunidad para la misión será la de ser vehículo de la comunión. Desde el diálogo de comunión le toca mantener vivo el fuego de la docilidad a la misión. Ser «Centinela de la mañana» (Cfr. NMI, 9), que ayude a ver por dónde amanece Dios. Ser profeta que denuncia la pasividad, y que llama a la conversión. Ser buscador de nuevos caminos. Ser aliento en la comunión para todos los que trabajan por el Reino.
  • Al programar este servicio a las comunidades, a las parroquias, la Escuela está segura de que así ayuda a crecer a la comunidad.
  • ¡Porque la vida se hace plena en la comunión!
LOS SOPORTES DE LA ESCUELA

En el aspecto docente está integrada en la Facultad de Teología de Burgos, en su Instituto de Misionología y Animación Misionera; de él dependen las Semanas y el Simposio de Misionología. Dentro de ese Instituto está la Escuela. Su título está avalado por la Facultad.

La Asociación Cristianos sin Fronteras es la que corre con esos otros aspectos, sin los cuales no es posible que funciones una institución de enseñanza: Locales, economía, difusión, etc. La Asociación está aprobada por la Conferencia Episcopal con el fin de trabajar por la Animación para la Misión y la Evangelización de la cultura. De esa Asociación dependen los Encuentros Misioneros Silos. La Escuela nace en el ámbito de esos Encuentros, que siempre han tenido su mirada puesta en la animación de las comunidades para la misión.

PLAN DE FORMACIÓN

El proyecto formativo consta de estos instrumentos:

1.- CURSOS DE VERANO

Se imparten dos de diez días lectivos cada uno con estas asignaturas que se ofrecen en un plan cíclico.

  • EL MUNDO QUE HAY QUE EVANGELIZAR – (60 horas)
    • Perfiles humanos y sociales. (15 horas)
    • Situaciones humanas y religiosas por continentes. (20 horas)
    • Nuevos areópagos – nuevas fronteras de la historia . (20 horas)
  • LA IGLESIA QUE EVANGELIZA – ( 60 horas )
    • Evangelizar pertenece al ser cristiano. (30 horas)
      • La misión en la Biblia.
      • La misión hoy.
      • Las grandes preguntas de la misión.
    • Aprendiendo de la historia de la misión. (10 horas)
    • La Animación para la Misión (20 horas)
      • La respuesta desde la comunidad.
      • La animación misionera de las comunidades.
      • Nuevas tecnologías al servicio de la animación misionera

PROFESORES – éste ha sido nuestro cuadro de profesores:

  • Mª ángeles ALMACELLAS. Pensamiento y Creatividad. Madrid
  • Eloy BUENO – Facultad de Teología. Burgos
  • Ricardo GAGO – Encuentros Misioneros Silos. Madrid
  • Anastasio GIL – Comisión Episcopal de Misiones. Madrid
  • Lino HERRERO – Misionero de Mariannhill. Salamanca
  • Javier MARTINEZ M. – Sacerdote Diocesano de Burgos, en Guatemala.
  • Danilo MARCHETTO – Misionero Javeriano. Madrid
  • Ricardo GAGO – Profesor Multimedia. Madrid
  • Juan ROBLES – Delegado Diocesano de Misiones. Salamanca
  • Carmela SUANCES – Encuentros Misioneros Silos. Madrid
  • José VALDAVIDA – Facultad de Teología. Burgos

2º – ENCUENTROS PRESENCIALES

En cada uno de los años que dura la Escuela se programan dos Encuentros: se realizan en fines de semana en los meses de Noviembre y Abril. Buscan favorecer el intercambio de servicios de animación, que los alumnos están realizando, y presentar temas monográficos, que permitan la actualización de la formación de los Animadores.

3º – MEMORIA ESCRITA

Cada alumno presenta una memoria escrita, como prueba conclusiva y sintética del ministerio de animación misionera. En ella desarrolla una parte teórica sobre un tema transversal, y otra práctica, en la que ofrece un proyecto de animación de una comunidad para la misión.

4º – FORMACIÓN A DISTANCIA

La Escuela está estudiando la posibilidad de ofrecer sus servicios por el sistema de educación a distancia, incorporando el medio de Internet.

5º – ACTUALIZACIÓN

La Animación para la Misión requiere una apertura constante a los nuevos estudios y a la problemática cambiante. La Escuela ofrecerá posibilidades de actualización, bien convocando cursos de verano, bien ofreciendo cursos monográficos que serán impartidos a lo largo del curso pastoral.

DÓNDE SE IMPARTEN LOS CURSOS DE VERANO

La Escuela, para los cursos de verano, utiliza las instalaciones que los E. M. Silos tienen en terrenos del Monasterio Benedictino. Estas instalaciones permiten que el curso se realice en un clima de convivencia, en un marco privilegiado de naturaleza, arte y espiritualidad. Mirando la reducción de costes para el alumno, se ofrecen dos modalidades: La de alojarse en régimen de acampada, contando con instalaciones completas de cocina, duchas con agua caliente, WC y piscina; y la otra modalidad de poder dormir en hostales o casas del pueblo, conviviendo durante todo el día en la acampada.

COSTES DE LA ESCUELA

La Escuela busca reducir los gastos en la medida de lo posible. La matrícula y los reducidos costes de una estancia en tiendas permiten ofrecer la Escuela a economías medias. Los gastos de alojamiento en hostales o casas del pueblo corren por cuenta del aluno, que los solicita. El coste de unos y otros se incluye en la convocatoria que se hace cada año.

TITULACIÓN

El Instituto de Misionología y Animación Misionera de la Facultad de Teología de Burgos, una vez que el alumno haya seguido los dos cursos de verano, haya participado en los Encuentros presénciales y presente la Memoria, si tiene hechos estudios superiores, le otorga el título que le capacita para ser Animador Misionero. Si no tuviera estos estudios superiores, le otorga el título de Colaborador en la animación misionera.

La Escuela es consciente, y deja claro al otorgar los títulos, que éstos garantizan la idoneidad para ejercer este ministerio. En coherencia con toda la doctrina que sustenta la existencia de la Escuela, el ministerio de Animador sólo lo puede recibir en la comunidad a la que va a servir.