Con el lema: “Sígueme, no pierdas el ritmo. By Jesús” nos hemos reunido los días 29 y 30 de abril, en torno a 600 participantes venidos desde 17 diócesis diferentes.
En total 27 grupos de colegios, parroquias y familias para vivir y hacer nuestro el lema, que en torno a la infancia misionera habíamos propuesto para trabajar la canción.
El viernes, aunque no entraba en el programa, ya llegaban algunos grupos.
El sábado a las 10:30h, después de tener una pequeña reunión con los VAS de Soria, nos preparamos para acoger a todos aquellos que llegaban después del viaje, en algunos casos, viajes largos.
La lluvia amenazaba con hacerse partícipe, pero la verdad es que nos respetó bastante hasta el momento de la acogida. El ayuntamiento no pudo hacerse presente pues estaban ocupados con lo del duatlón europeo que se celebraba también ese mismo fin de semana, aun así, estuvieron muy atentos en todo lo que necesitamos desde el Centro Cívico Bécquer.
Desde allí algunos grupos tuvieron la idea de dar una vuelta turística por la ciudad con los VAS de Soria, otros decidieron ir a comer directamente. Tuvieron la posibilidad de comer bajo techado, pintaba más agua de la que luego calló.
A las 16h ya estábamos divididos en dos grupos, ¡¡cada uno a su sede!! Seis canciones en el Salón de actos del Colegio Escolapias Santa Teresa y otras tantas en el Cine de la Casa Diocesana Pio XII. Allí pudimos disfrutar de la animación en cada una de las sedes, la oración y los presentadores, desde aquí, gracias a todos. Las menciones especiales a cada uno de los grupos costó elaborarlas, ¡¡qué canciones más chulas!!
El Espíritu es el que actúa, y ahí se notó, el nivel cada año se va superando.
Cuando terminamos el festival propiamente dicho, disfrutamos de un ratito de tiempo libre, optando de nuevo a realizar una visita guiada por Soria con los VAS.
A las 21h comenzamos con la Vigilia de la Luz en la Parroquia de San Salvador. Enmarcada en torno al lema tuvo estos tres momentos:
Sígueme; ¿Cómo late nuestro corazón? ¿A quién seguimos nosotros? Dios nos invita a seguirle, hay muchas formas, contamos en éste caso con el testimonio de un misionero, pero no uno cualquiera, sino una persona que está entre nosotros y que es misionero en su parroquia, en su familia, en su trabajo, que hace del día a día misión.
No pierdas el ritmo; El Papa nos invita en éste mes de abril a no perder el ritmo, a ponernos en camino para transformar éste mundo. ¿Aceptas cambiar el ritmo de tu vida para cambiar el mundo? Que sea la Palabra la que nos cambie el corazón.
By Jesús; Jesús nos lo dice alto y claro, le escuchamos en el evangelio según San Marcos (10, 18-23). ¿Estás dispuesto a escuchar a Jesús, a que sea Él quien nos ilumine?
Así pasamos a llenar de luz la celebración y a ser enviados a la misión con compromisos muy claros, ¡¡estoy dispuesto a abrir el corazón!!
Después de la celebración de la vigilia, cada uno se fue yendo a los alojamientos, parroquias y colegios que nos abrieron sus puertas para poder descansar de tan largo día.
El domingo por la mañana, nos levantamos y desayunamos en cada alojamiento, dispuestos con fuerzas renovadas a mover el mundo y a celebrar la Eucaristía que nos une como hermanos, ¡¡En cuantos lugares de misión quisieran poder celebrar la eucaristía!! La presencia del Sr. Obispo D. Abilio Martínez, los fieles Sorianos y todos nosotros en la parroquia de San Salvador hicieron que la Eucaristía fuese una acción de gracias maravillosa.
En la misma acción de gracias de la Eucaristía, el presidente de Cristianos Sin Fronteras y los responsables de éste Encuentro, entregaron a los grupos participantes un bonito recuerdo para que sigamos siendo luz, que seamos capaces de llevar a buen ritmo la maravillosa noticia del amor de Dios, algo tan simbólico de Soria como el Caballito Numantino.
Nos fuimos despidiendo y poco a poco los grupos dejaban Soria para llegar a sus comunidades, a sus ciudades y poder decir que se han llevado un pedacito de Soria en su corazón.
Desde aquí un enorme ¡¡GRACIAS!! A todos los que habéis venido y a los que en Soria nos han abierto su corazón.
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