En los primeros papeles desde que comenzamos a trabajar, una de las palabras que encontrarás más repetidas en esos cimientos de nuestra pequeña historia es creatividad.
Creatividad es el atrevimiento, hijo de la fe, alimentado por la esperanza, para salir a la vida con soluciones adecuadas a la cambiante realidad del momento en el que nos toca anunciar el avangelio.
Creatividad es traducción de la «parresía» de que habla el libro de los Hechos; pertenece a la historia mejor de la misión de la Iglesia.
Hoy pedimos la creatividad con más empeño, porque la nueva acción misionera para este milenio ha de ser «confiada, emprendedora y creativa» (NMI 41).
Ser creativo no es igual a ser «genial». Ser creativo es trabajar, y buscar, y si te equivocas, saber dar marcha atrás. rás.
Ser creativo es apostar porque las cosas se pueden hacer mejor.
Ser creativo es mirar con amor a Dios Padre, creador, que me encarga continuar su obra.