¿Podemos afirmar que el encuentro es lo nuestro? Creemos que sí, y lo creemos en un esfuerzo de fidelidad histórica.
Echa una mirada a la historia de presencia de C.S.F. Verás que el encuentro es parte esencial.
Ya en el momento del nacimiento en Zamora llamábamos encuentro a la reunión que teníamos cada mes. da mes.
Siempre hemos apostado por hacer de las actividades espacios de encuentro, ámbitos para la rica diversidad de estilos, de maneras de ser y de entender la presencia y el servicio que cada uno hace desde el evangelio.
Encuentro, palabra que sólo se entiende bien, si se lee desde la clave de la otra: Comunión.
Todo encuentro necesita un «antes» y un «después» vividos y entendidos dentro y para la comunidad.
Todo encuentro necesita una verdad meditada, reflexionada para poder compartirla. No es encuentro la simple coincidencia en un lugar geográfico o en un momento celebrativo. El encuentro sólo se entiende en su riqueza, si se realiza en la profundidad de la fe compartida.
Todo encuentro se da entre personas y grupos diferentes. Es necesario, para que pueda haber encuentro, que exista, que se conozca, que se busque, que se ame y se celebre la diversidad como obra del Espíritu. Al encuentro se va después de descubrir que hay una acción de Dios maravillosa en el otro, en su manera distinta y enriquecedora de comprender al único Jesús. o Jesús.
Todo encuentro, si es auténtico, produce en sí mismo la alegría, la fiesta que nos sentimos llamados a crear con sello propio e irrepetible. No hay encuentro para el enfrentamiento. La fiesta es prólogo de misión.
Al encuentro se viene con billete de ida y vuelta. Se viene enviado por una comunidad, y se regresa a compartir en comunidad las maravillas que el Espíritu hace en otras Iglesias, de cerca o de lejos.
Cuando al encuentro llegan desde Iglesias más diversas y lejanas en lo cultural, el encuentro es más enriquecedor.
En nuestra experiencia el encuentro se hace posible en la medida en que se da en un espacio de servicio y gratuidad. Esta advertencia puede parecer periférica a la esencia del encuentro. Para nosotros, en cambio, forma parte de una experiencia de encuentros que sólo los entenderás, si descubres que todos los participantes, pero especialmente los más responsables, lo hacen desde la gratuidad.
Porque, cuando decimos «encuentro», pensamos en unos modelos determinados, te remitimos a esas realizaciones de la idea del encuentro. Entra en el menú, en la pestaña de las actividades.