El miércoles de ceniza iniciamos el camino de la Cuaresma. Una nueva oportunidad para rebajar nuestra velocidad y orientar el rumbo hacia lo esencial, lo que nos lleva a vivir con más plenitud nuestro ser y nuestro ser cristiano.

La Iglesia nos propone para ello ayuno, limosna y oración. No es una propuesta del pasado. Es un reto valiente a descubrir hoy a qué debemos renunciar para no encadenarnos y ser libres, cómo podemos crear fraternidad y un mundo sin fronteras compartiendo lo nuestro y lo que somos con quienes sufren la pobreza en algunas de sus formas, y cómo no, a ponernos delante del Señor y confiarnos en Él para percibir todo su Amor por cada un@ de nosotr@s…

La Cuaresma es un reto valiente a ponernos en marcha…hacia la Pascua, la Vida en plenitud.

Se hace camino al andar, es cierto, pero los cristianos sabemos hacia dónde debemos caminar porque Jesús es nuestro Camino, la Verdad y la Vida.