Navidad, el Amor sin fronteras

Oímos el mensaje por todas partes: “esta navidad va a ser diferente a todas las anteriores”. Y es que nos encontramos en un momento muy especial, marcado por las heridas de una pandemia mundial que nos está cambiando nuestra forma de vivir y trae consigo grandes pérdidas: de empleo, de libertad, de seguridad, de salud, de ilusión, de relación entre las personas…

Es verdad. Es una realidad cuanto menos, triste y yerma, aunque probablemente no muy  diferente del paisaje desértico y la dura realidad que vivía el pueblo de Israel, y que vive, de forma cronificada por nuestra sociedad del bienestar, una gran parte de la humanidad.

Y es en medio de esta noche donde se proclama: “Os traigo la Buena Noticia, la gran alegría para todo el pueblo. No tengáis miedo”.

Jesús nace para todos. Es el amor de Dios sin fronteras hecho carne, fragilidad y ternura. No estamos solos en la debilidad y la impotencia. ¡Navidad es Emmanuel, Dios-con-nosotros! Él es la luz que disipa nuestros miedos. Es la alegría de la salvación de vivir desesperados por nuestra propia limitación. Nuestro Dios está con nosotros y en nosotros.

¡Atrévete!

Haz de esta Navidad una Navidad única y diferente. Volvamos a Belén, al silencio de la noche y a la pobreza del pesebre para poder encontrarnos con el Amor de Dios, sencillo y cotidiano, presente no en los lujos ni en lo espectacular, sino en lo pobre y lo débil.

Volvamos a Belén, a la raíz de nuestra fe, para poder descubrir a Dios encarnado en las personas, en todas, sin fronteras.

¡Feliz Navidad 2020!