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Con los Encuentros y Festivales hemos buscado estos valores, que han sido como objetivos constantes:

Hacer una llamada a la vocación misionera, que tiene todo cristiano.
Apostar por la evangelización de la cultura, que es el objetivo que el Papa Pablo VI señaló en su carta «Evangelización del mundo contemporáneo» (Ver E.N. 19 y 20)

Para esta evangelización de la cultura nos hemos apoyado en dos valores culturales aceptados hoy. La música, como una expresión cultural cotizada hoy al alza. El encuentro, facilitado desde una sociedad que vive en la movilidad, como realidad social nueva, pero que a la vez está amenazada de ser sinsentido, si no la llenamos de contenido. Los Festivales, antes que evento musical, han querido ser Encuentros de creyentes que cantan la misión.

Buscamos sin rodeos, sin ambigüedades, una presencia cristiana en la calle, como una traducción del «Id a todo el mundo«. Los Encuentros y Festivales son invitación a no encerrarnos. Queremos que los mismos jóvenes y los niños lleven el mensaje evangélico a los centros de interés de sus amigos jóvenes y adolescentes; a la vida y actividades de la cultura de hoy; a la vida social a través del hecho del Encuentro, de las marchas, de los actos en público, de la presencia en los M.C.S.

Los lemas cada año son eje de la catequesis, soporte de la creatividad en la música y base de inspiración para las puestas en escena, que muchas de ellas han sido espléndidas. Hemos sido testigos de verdaderas obras de arte en la adaptación catequética y pastoral de los mensajes de cada Encuentro.