Navidad, la felicidad que renace, si tú quieres.

Ya es Navidad. Lo sentimos a nuestro alrededor por el bullicio y los adornos, por las luces y las propuestas de celebración, aunque un sabor agridulce subyace en nosotros por el alcance de la pandemia y todas las limitaciones que vemos, para poder ¡por fin! celebrar la Navidad “de verdad”.

Intentamos celebrar la Navidad comprándonos regalos, pero lo que necesitamos es ternura y cariño, las comilonas y el consumo nos engordan, pero nos dejan vacíos; las fiestas nos entretienen, pero la alegría se nos acaba, incluso cantamos villancicos al Niño Dios, pero en nuestros corazones, en ocasiones, se apaga la fe…

Solo Dios puede salvarnos de la tristeza, del desencanto, del desamor.
Solo Dios puede salvar al mundo de sus cegueras y sus crueldades, de sus cadenas y sus miserias, de todas sus heridas profundas.

¡Ven, Señor, a salvarnos!

Pero Dios ya ha venido… ¿dónde está el portal?

No te confundas de nuevo esta Navidad. La felicidad es un Niño, sencillez, ternura, entrega… Todo un Dios… ¡con nosotros!

Navidad es la Felicidad, que renace, si tú quieres…

Si abres tu corazón al Amor sin fronteras, a Dios presente en los más pobres y sufrientes, en lo más sencillo y cotidiano.

Si sales al encuentro del otro, si te liberas de tantas ataduras que crean infinitos deseos de tener, si te ilusionas con las pequeñas cosas, si te vistes el corazón de fiesta convencido de que has sido creado para ser feliz. 

Navidad es Dios-contigo, que renace, si tú quieres.

¡FELIZ NAVIDAD 2021!