Navidad, renace la paz sin fronteras.

Vivimos de forma rápida y en tiempos muy cambiantes. Hemos creado una sociedad que en algunos países llamamos «evolucionada» y «del bienestar». Sin embargo, muy cerca de nosotros existen realidades de injusticia, tristeza, pobreza e incluso de gran sufrimiento, guerra y destrucción.

Vivimos desconcertados, sin acabar de creernos si, en esta situación, es posible celebrar nuestra fiesta entrañable de la Navidad.

Seguimos felicitándonos, aunque no sabemos muy bien por qué, llamamos a la Navidad de muchas maneras que nos alejan de su esencia, incluso los cristianos, no nos atrevemos a pregonar el nacimiento de Jesús por si incomoda a nuestro alrededor…

Vivimos en noche cerrada, como en el relato de Lucas en el evangelio. Y en esta oscuridad, el ángel nos envuelve de claridad y nos anuncia: ¡No temáis, os anuncio una gran alegría, que lo será para todos los pueblos! ¡Os ha nacido el Salvador!

Nace Jesús, un bebé, signo de ternura y amor. Es la respuesta de Dios para nuestras angustias, es la paz sin fronteras, es Dios-con-nosotros.

¡FELIZ NAVIDAD!